EL CAPRICHO
JARDÍN
Vi que el mejor tiempo para visitar el parque es la primavera, y sobre todo el otoño.
Los árboles que resaltaban ahora son el árbol del amor, por la forma de corazón de las hojas, y también creo por el color de las flores; o cercis ('navecilla' en griego, por la forma de las flores y el fruto); o también árbol de Judas. Abundan en el Retiro, y en todo Madrid.
Hay una parte de jardín inglés, selvático, a imitación de la naturaleza, donde se van hallando los caprichos; y una de jardín francés, geométrico, artificial: el área del parterre que lleva al palacio. Tras el laberinto, pegado a la casa, está el giardino segreto, al que no se tiene acceso. Este jardín italiano, menor y más íntimo, parece que es el originario. Allí hay o había una fuente que la duquesa coronó con unas ranas, animales preferidos. Algunas se llevaron después a la fuente de los delfines, en el parterre. No me fijé que allí están las columnas de los duelistas, con dos bustos encima, de espaldas el uno al otro, y separadas cuarenta pasos, como en un duelo.
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