VÍTĚZSLAVA KAPRÁLOVÁ
HUDBA
VÍTĚZSLAVA KAPRÁLOVÁ
Virginia Eskin, piano
Stephanie Chase, violin
Suita rustica
Vítězslava Kaprálová
Brno Philharmonic Orchestra
Jiří Pinkas
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Read more...Autorretrato, dibujo de A. S. PushkinXXXIDelante tengo su carta;la guardo sagradamente,con secreta angustia leoy no puedo abandonarla.¿De quién tomó la ternura,el afecto descuidado?¿De quién tomó el dulce absurdo,el hablar irreflexivo,atrayente, pernicioso?No lo puedo comprender.He aquí una traducciónincompleta, deficiente,una imagen de lo vivo,un Freïschütz interpretadopor tímidas estudiantes.Oneguin con Pushkin a orillas del Nevá, dibujo de A. S. PushkinCarta de Tatiana a OneguinLe escribo a usted, ¿qué más quiere?¿Qué más resta por decir?Sé que ahora puede usteddañarme con su desprecio.Pero siquiera si guardahacia mi triste destinoun poco de compasión,le ruego: no me abandone.Primero quise callar.Créame: de mi vergüenzanunca hubiera usted sabido,si tuviese la esperanzade encontrarle en nuestra aldea,siquiera de tarde en tarde,solo una vez por semana.Nada más oír su voz,decirle solo una frase,y luego pensar, pensardía y noche sobre aquello,hasta volver a encontrarnos.Pero dicen que es ustedinsociable, y en la aldea,entre nosotros, se aburre.Nada nos hace brillar,aunque en nuestra sencilleznos alegra verle aquí.¿Por qué llegó a visitarnos?En este olvidado sitiono le hubiera conocidoa usted, ni al dolor amargo.La turbación de mi almainexperta (¿quién lo sabe?)quizá llegara a calmarse.Encontraría un amigo,sería una esposa fiely una madre virtuosa.¡Otro! ¡A nadie en el mundole entregaré el corazón!Lo juzgó el alto consejo...Lo quiere el cielo, soy tuya.He sabido desde siempreque tendría que encontrarte.Por Dios me fuiste enviado,lo sé, para que me guardeshasta la tumba. Ya en sueñoste habías aparecido;sin cuerpo aún, me atraías.Tu encantadora miradame hacía languidecer.Tu voz resonó en mi almaya entonces... ¡no era ilusión!Llegaste apenas, lo supe;entusiasmada, febril,me dije entre mí: ¡es él!¿Verdad? ¿No eras tú el que hablabacalladamente conmigocuando ayudaba a los pobres,cuando calmaba rezandola tristeza de mi alma?En ese preciso instante,amada visión, ¿no surgíasde la noche transparentey en silencio te inclinabassobre el borde de mi lecho?Con pasión y con amor,¿no susurrabas entoncesuna palabra de ánimo?Seas ángel de la guardao demonio malicioso,acaba con esta duda.Quizás esto no sea nada,¡engaños de alma inexperta!Y otra cosa se ha dispuesto...¡Sea lo que haya de ser!En ti confío mi suerte,ante ti vierto mis lágrimas,te ruego que me protejas...Date cuenta: vivo sola,aquí nadie me comprende,mi razón está agotaday he de morir en silencio.Te aguardo: con solo unamirada esperanzadorada vida a mi corazón,o deshaz el duro sueño¡ay, con un justo reproche!¡Concluyo! Temo releer...Miedo y vergüenza me frenan...Pero confiada en su honor,resuelta a usted me encomiendo...XXXIITatiana suspira y gime.La carta tiembla en su mano,la rosada oblea secaen su lengua enfebrecida.Ha inclinado la cabeza:cae el ligero camisónde su hombro delicioso.Se extingue el rayo de luna,la niebla abandona el valle.Allí platea el torrente,allí el pastor con su flautadespierta a los campesinos.Es de día: hace tiempoque todos se han levantado.Mi Tatiana sigue igual.XXXIIINo advierte que ha amanecido.Con la cabeza inclinadase sienta, y en la misivano imprime el tallado sello.Mas ya entrando silenciosala encanecida Filípievnatrae el té en una bandeja.-Es hora, hija, levanta.¡Amor, si ya estás dispuesta!Anoche, ¡cuánto temía!¡Gracias a Dios ya estás bien!De la congoja nocturnano queda huella. Tu rostroparece el de una amapola.ALEXANDR S. PUSHKINYevgueni Oneguin, capítulo tresTraducción de Alan
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He aquí un poema compuesto por Yamabe no Akahito:
Waka-no-ura nishio michikurebakata wo namiashibe wo sashitetazu nakiwataruWaka-no-ura:bahía en dondeal subir la marea,entre cañas de la orilla,cantan, vuelan las grullas.
Y otro de Kakinomoto no Hitomaro:
Honobono toAkashi-no-ura noasagiri nishima kakure yukufune wo shi zo omouAl alba tenueen bahía de Akashiy entre la bruma,un barco de nostalgiastras las islas se pierde.
Estas dos poesías se consideran tradicionalmente como "el padre y la madre de la lírica japonesa".
Akahito compuso dicho poema durante el reinado del emperador Shomu. Cuando Fujiwara no Hirotsugu encabezaba una rebelión en Kiushu, Su Majestad, temiendo que hubiera traidores en la capital, emprendió, con el pretexto de un "Viaje Imperial", un recorrido por las provincias de Iga, Ise, Shima, Owari y Mikawa. He aquí un poema compuesto por el soberano cuando llegó a la bahía de Ago, en el distrito de Mie, provincia de Ise:
Imo ni kouAgo no matsubaramiwatasebashiohi no kata nitazu nakiwataruDe amores penando,sobre el pinar de Agomis ojos tiendo.En la playa, en bajamar,cantan, vuelan las grullas.
Durante el viaje imperial, la vigilancia era intensa y se enviaban numerosas escoltas en vanguardia para que velaran por la seguridad de los caminos por los que viajaría la comitiva imperial. Uno de estos oficiales era Takechi no Kurohito, quien, de guardia por las costas de Owari, compuso el siguiente poema:
Sakurada etazu nakiwataruayuchi-gatashiohi no kata nitazu nakiwataruA Sakuradavuelan, cantan las grullasdel lago Ayuchi.En la playa, en bajamar,cantan, vuelan las grullas.
No es nada probable que Akahito o Kurohito, que servían al mismo emperador, plagiaran un poema compuesto por el soberano. De todas formas, en los tiempos antiguos la gente expresaba en sus versos aquello que veía ante sus ojos, sin preocuparse de si alguien había compuesto anteriormente otro poema de manera idéntica. Probablemente Akahito debió de componer esos versos mientras acompañaba al séquito imperial en su visita a la provincia de Kii. Nadie puede criticarlo por haber empleado expresiones similares a las del emperador, puesto que simplemente describió, tal como lo veían sus ojos, la imagen de la bahía, la montaña, los cerezos y las grullas. Debió de pensar que la vista que tenía ante sí resultaba incluso difícil de representar en una pintura y, por eso, lleno de admiración, compuso tales versos.
Versos similares, aunque anónimos, los hallamos también en el Man'yōshū:
Naniwa-gatashiohi ni tachitemiwatasebaAwaji-no-shima etazu nakiwataruMiro el paisajedel lago de Naniwade pie en la playa.Rumbo a la isla de Awajivuelan, cantan las grullas.
También este poema comparte la sensibilidad y la inspiración de Akahito. Los sentimientos de los poetas del pasado eran sinceros y honestos, por lo cual nadie puede pensar que escribían sus versos imitando poemas ajenos ni acusarlos de plagio. Cada uno componía el poema que nacía de su corazón. La visión de la bahía y las colinas, el color de los cerezos y el canto de las aves son impresiones que no cambian, las admire una persona u otra. Lo mejor es describir con sinceridad aquello que emociona. Este es precisamente el verdadero Camino de la Poesía.
UEDA AKINARI'Enaltecimiento de la poesía'Cuentos de lluvia de primaveraTraducción de Yoshifumi Kawasaki