28 octubre 2009

SAN-BAO

Música de San-Bao para las películas El camino a casa (1999) y Ni uno menos (1998), de Zhang Yimou.



THE ROAD HOME

The Road Home
01. Cart
02. First Appearance
03. Deliver Lunch
04. Drawing Water
05. Falling in Love
06. Encounter
07. Lunch 1
08. Lunch 2
09. Leaving the Village
10. Broken Bowl
11. Time Goes By
12. Hallucination
13. Art Craft
14. Waiting for Him in the Snow
15. Tear Drops
16. Funeral
17. Memory
18. The Road Home

Not One Less
19. Diary
20. Carry Bricks
21. Go to the City
22. Poster
23. In the Morning
24. Combing the Streets
25. Interview
26. Not One Less




"Viajó hasta la remota aldea para convertirse en la nueva maestra. Era apenas mayor que sus alumnos y no tenía experiencia; sólo la fuerte voluntad de conseguirlo.

Pero cuando un muchacho se ve obligado a marcharse a la ciudad en busca de trabajo, ella lo arriesga todo para traerlo de vuelta a casa.

De Zhang Yimou, el aclamado y premiado director de La linterna roja y Jou Dou, llega la historia de una muchacha en un extraordinario viaje, que cambió su vida para siempre: Ni uno menos."

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26 octubre 2009

UNA CENA

El barco donde faenaba Mario había zarpado el ocho de mayo, para un viaje de seis meses, con destino al Mar del Norte. El diez de mayo hizo escala en Liverpool, y Mario salió a pasar la noche en un hotel al que iba siempre, cerca del puerto, llamado Seven Hearts and Arrows.

Estaba fatigado por la travesía. Quería cenar y acostarse pronto. Tomó un baño, se cambió, y a las ocho bajó al restaurante.

Era una sala pequeña, alargada, con unas pocas mesas cubiertas de hule, y al fondo se abría un arco que daba directamente a la cocina. Había sido una antigua bodega. Las paredes, sin revestir, mostraban el ladrillo del muro, y su techo era abovedado. La única luz venía de dos faroles marinos, colgados a cada extremo, junto a la entrada y el arco.

Aún no había nadie. Se sentó en la primera mesa, y al rato salió de la cocina una camarera y se acercó a él.

Nunca la había visto allí. Tenía los mismos rasgos y el mismo gesto que su esposa, a la que había dejado dos días atrás en su casa, en Deva. Era en todo igual, salvo que llevaba el pelo más claro, levantado y recogido con un alfiler en forma de flecha de oro, y su cuerpo parecía más flexible y joven. Vestía una falda roja y una blusa blanca con la enseña del hotel bordada en rojo en el bolsillo.

Sonrió y le entregó el menú, y desapareció otra vez por el arco. Al poco volvió a salir. Mario pronunció algunas palabras, medio inglesas y españolas, y señaló algunos platos del menú.

Ella se quedó mirando un instante sus manos; luego, con la mano izquierda, anotó rápidamente el pedido.

–¿De bebida?

Al escucharla, apenas pudo contener la sorpresa.

Como no decía nada, ella le sugirió:

–Acaba de llegar un vino francés, Languedoc. ¿Desea probarlo? -y cuando él asintió, añadió sonriendo– Enseguida estarán sus platos.

Mario cenó pescado en salsa y pierna de cordero, todo de su gusto. Iba a pagar la cuenta, cuando ella volvió a salir y le rogó que aceptara un postre obsequio de la casa.

A la muchacha, con el ajetreo, se le había desabrochado un botón más de la blusa, y al inclinarse a dejar el plato, él reconoció la cadena que llevaba al cuello, y le invadió un profundo sentimiento de gratitud y ternura.

Entonces, cosa extraña, el broche cedió y la cadena cayó deslizándose como un hilo de oro sobre el hule. Pero ella terminó de volverse, como si no lo hubiese notado, y desapareció sin recogerla.

Al levantarse de la mesa, Mario tomó la cadena y la guardó. Cuando salió de su habitación, por la mañana, junto a la cadena llevaba una carta sin cerrar, que fue con él durante los seis meses de travesía. Esto ocurrió en el segundo año de su matrimonio.

Texto de Alan



Abbott Handerson Thayer
Girl Arranging Her Hair

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24 octubre 2009

CASPAR DAVID FRIEDRICH













Algunas obras de la exposición Caspar David Friedrich: arte de dibujar
Ruinas del monasterio de Eldena, Vista general de una construcción ovalada, Árbol seco,

Roquedo, El Molino Real en el llano de Plauen, En el Ryk en Greifswald.

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23 octubre 2009

CHARLOTTE ET VÉRONIQUE

Cortometraje de Jean-Luc Godard (1959), guión de Eric Rohmer. Hay tres cortos más de esta serie: Présentation ou Charlotte et son steak (1951), Véronique et son cancre (1958), dirigidos por Rohmer, y Charlotte et son Jules (1960), de Godard.



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22 octubre 2009

FRANTIŠEK KUPKA


Showgirl in Yellow Costume



The Book Lover



Desnudo tendido, Gabrielle



Dancer and Hoop



The Yellow Scale



Autour d'un point

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20 octubre 2009

ESPUMA DE AFEITAR Y GORILA

La había invitado a cenar esa noche en su casa, y ante su sorpresa ella aceptó. Pero aún no sabía qué hacer con el Comisionado, y era improbable que ella se retrasase. Vivía en el piso de arriba, desde hacía unas semanas.

Terminó de afeitarse. A través de la puerta abierta, miró al pequeño gorila, buscando en él un gesto de aprobación. El Comisionado estaba repantigado en su butaca, en mitad de la sala. No hizo ninguna mueca. Siguió inmóvil. Cualquiera hubiese dicho que esa era su expresión habitual. Aunque el Comisionado nunca la había visto, conocía su andar, su olor y su dulce acento extranjero tan bien como él, y a su modo la consideraba una intrusa. Cada vez que la sentía subir o bajar la escalera, emitía un gruñido poco esperanzador.

Se puso la camisa. Los ojos saltones del Comisionado parpadearon, se entrecerraron muy despacio y volvieron a abrirse, como por un resorte. En una comisura asomó una lágrima. Bostezó. Era evidente que los calmantes empezaban a hacerle efecto y que luchaba por no quedarse dormido.

–¿No es un poco pronto? ¿Quieres ir ya a la habitación?

El Comisionado negó con la cabeza, y acto seguido se quedó amodorrado.

Él sonrió, pero la casa era muy pequeña. No había manera de esconderlo.

Salió del lavabo, llevando el bote de afeitar, y cubrió de espuma el rostro del pequeño gorila. Luego extendió una sábana alrededor de la butaca, a la altura de los hombros. Solo se le veía la cabeza. Parecía un enjuto anciano que se hubiese quedado dormido, con el rostro embadurnado, a punto de afeitarse.

Entonces llamaron a la puerta.

Metió apresuradamente la butaca en el cuarto de baño y corrió a abrir.

Allí estaba ella, encantadora y misteriosa.

–Dé un paso, y entrará en el salón.

–Lo sé –rió ella, con su dulce acento extranjero–. Mi piso es igual que este... solo que al revés. Ahí queda mi alcoba –dijo, señalando el lavabo–, tras una cortina. Y enfrente, donde tiene usted esa cortina, está la puerta del lavabo. ¿Usted también vive solo?

Él asintió con la cabeza, sirvió unas bebidas y poco después fue a ver el asado. La cocina estaba en un rincón, junto a la ventana. Desde allí, la oyó levantarse y andar con su paso familiar. Luego se abrió una puerta.

–Disculpe, creí que no había nadie.

La puerta volvió a cerrarse. Un segundo después, ella estaba frente a él.

–¿No me ha dicho que vivía solo?

–Es el Comisionado... perdóneme, lo olvidé.

–¿Y qué hace cubierto de espuma? Parece que se ha dormido.

–Apenas puede valerse. Viene cada viernes, a que lo afeite. Será solo un momento...

–En ese caso, déjeme mientras usted termina aquí...

Antes que él pudiera decir nada, ya estaba ella en el cuarto de baño, encerrada con el Comisionado.

Las manos le temblaban al sacar la bandeja del horno. Dentro no se oía nada. No la vio salir, dando gritos. Trinchó el asado... ¿sería posible que estuviese afeitándole? Se acercó, pegó el oído a la puerta y escuchó el silbido de la cuchilla al rasurar.

Luego se hizo el silencio. Oyó correr el agua del grifo. Se retiró de la puerta cuando ella la abría. Al fondo vio al Comisionado –no podía ser otro–, inmóvil, irreconocible. En el mentón pelado le brotaban dos pequeños cortes de sangre. Y frente a él estaba ella, que le miraba con ojos intrépidos.

–Servido. Ni siquiera se ha despertado. ¡Cómo me recordó a...! Los rasgos simiescos, esa pinta vetusta...

Luego, con una sonrisa, dijo:

–Entonces, ¿cenamos?

Texto de Alan


Dibujo de František Kupka

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16 octubre 2009

JEAN FRANÇAIX



LE ROI NU · LES DEMOISELLES DE LA NUIT

Le roi nu
01. Scene 1 Fanfare
02. The dance of the three tailors in the square before the palace …
03. The king orders them to desist
04. Scene 2 The wondrous fabric is explained to the court …
05. The fabric is brought out …
06. General admiration
07. Scene 3 The queen dances with her lover …
08. The king is heard approaching …
09. Interlude for the king …
10. The garment is put on … Interlude for the queen
11. Scene 4 A ball in the throne room … ‘But the king is naked!’ …
12. Panic

Les demoiselles de la nuit
13. Scene 1 Nocturne
14. Dance of the servant cats and the young man …
15. Entrance of the female kittens …
16. Pursuit of the mouse …
17. Entrance of Agathe, the coquettish white kitten …
18. Entrance of the lady cats … Battle …
19. Entrance of Madame, the leading female cat …
20. Entrance of Baron de Grotius, the alpha male …
21. General procession … the marriage …
22. Nocturne
23. Scene 2 Dance of the bill …
24. Agathe and the young man …
25. Agathe kills a caged bird …
26. Pas de deux … to bed
27. The Baron and his entourage summon Agathe …
28. The company dances on the rooftops

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14 octubre 2009

HEITOR VILLA-LOBOS



MUSIC FOR FLUTE

01. Quinteto em forma de chôros
for flute, oboe, cor anglais, clarinet and bassoon

02. Modinha
for flute and guitar

Bachianas Brasileiras No 6
for flute and bassoon
03. Aria (Chôro) Largo
04. Fantasia Allegro

05. Distribuição de flôres
for flute and guitar

Assobio a jato
for flute and cello
06. Allegro non troppo
07. Adagio
08. Vivo

09. Chôros No 2
for flute and clarinet

10. Canção do amor
for flute and guitar

Trio
for oboe, clarinet and bassoon
11. Animé
12. Languisamente
13. Vivo

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12 octubre 2009

NUEVAS SALAS DEL PRADO


Raimundo de Madrazo
La modelo Aline Masson


Eduardo Rosales
Desnudo femenino o Al salir del baño


Mariano Fortuny
Los hijos del pintor en el salón japonés



Martín Rico
La Torre de las Damas en la Alhambra

Imágenes: Museo del Prado

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