One evening some monks on Mount Hiei decided it would be fun to make rice dumplings. A young acolyte pricked up his ears at their talk, but thought he had better not look as though he were waiting up for the dumplings. Instead, he went off into a corner and pretended to go to sleep. Eventually a flurry of activity announced that the dumplings were ready.
The boy felt pretty sure they would wake him now, and at last, thank goodness, a monk did call him. If he answered right away, though, they would know he had been lying awake all the time. Bravely, he steeled himself to be patient till they called him again.
"Now, now, don't bother him!" chided another voice. "He's just a child and he's fast asleep!"
What a letdown! There was no second call. All he heard was chewing and smacking of lips. Finally he could stand it no longer. Ages after the one call he piped up, "Yes? What is it?"
The monks roared with laughter.
Una noche, ciertos monjes del monte Hiei resolvieron que sería divertido preparar albóndigas de arroz. Un joven acólito escuchó atentamente lo que decían, pero juzgó que era preferible no dar la impresión de que se quedaba levantado esperando las albóndigas. En lugar de eso, se retiró a un rincón y fingió que se dormía. Por fin un trajín de actividad anunció que las albóndigas estaban listas.
El muchacho tenía la convicción de que ahora le despertarían, y al cabo, menos mal, un monje le llamó. Aunque, si respondía enseguida, sabrían que había yacido despierto todo el rato. Se armó de valor y resolvió aguardar con paciencia hasta que lo llamaran de nuevo.
-Vamos, vamos, ¡no le molestéis! -reprendió otra voz- ¡Es sólo un niño y está ya en el quinto sueño!
¡Qué decepción! No hubo segunda llamada. Todo lo que oía era mascar y relamer de labios. Finalmente no pudo resistirlo más. Siglos después de la única llamada saltó:
-¿Sí? ¿Qué ocurre?
Los monjes rieron a carcajadas.
Japanese Tales, Royall Tyler (ed.)
Traducción de Alan
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